La Casa

Prácticamente La Casa ya esta vendida, su función aglutinante de la familia cesa, si es que alguna vez  ejerció verdaderamente esa función.  Ahora, pasará a otras manos y de esa calle nos olvidaremos pronto, de sus vecinos, amables unos, bulleros otros. La Casa vio crecer a los nietos y los vio pelear por la tenencia de la terraza, fue testigo de parrandas, de reuniones y de no se cuantas navidades y año nuevo. A La Casa se le apago su Luz principal y cuando esto sucedió dejo de ser ese ente acogedor en donde todos encontramos calor  y refugio en épocas de penas o simplemente cuando queríamos echarnos una buena siesta.  Se fue quedando sin visitantes, propios y extraños se alejaron, a lo mejor sentían el agobio de la ausencia o escuchaban, como yo, el eco tardío de todas las voces un día cualquiera dieron vida a una conversación. Extrañaban quizá las carcajadas sonoras y la algarabía de tanto gente que llegaba a visitar. Solo Carmen quedó en La Casa con el peso de la historia en su espalda y los recuerdos circundando en cada rincón que fue quedando vacío, en cada milímetro e cada una de sus paredes y pisos.  Desde el año 1991, mi costumbre es ir a La Casa al menos una vez al día, a dar vueltas, a repelar la comida, pronto dejaré de ir, La Casa ya no será La Casa, y las Gaviotas sera mas solitario. Sin embargo, se cuan necesario era vender La Casa, se que todo pasa y nada queda como decía Machado, pero el conocimiento de las cosas no exime a los sentimientos. Solo deseo que aun sin el aglutinante material de La Casa, la familia siga unida, incluyendo a aquellos miembros de la familia que no conocieron a la Abuela....

Comentarios

Entradas populares de este blog

La Radio. Vieja Compañera de mi infancia.

El Trompo Zumbador

Tempestades, y otros fenomenos