El Trompo Zumbador

Este era uno de mi juguetes preferidos y el fabricante era mi padre, se necesita un totumo seco, de esos que ya le suena la semilla por dentro, un pedazo de madera un poco mas larga que el totumo, un cordel, una puntilla de clavar zapatos y una tabla como de un centímetro de espesor por 15 de largo y mas o menos de 5 a 8 centímetros de ancho. Herramientas: un martillo, un cincel y si no lo tiene el cuchillo de la cocina.

Primero se coge al totumo y se le hace un agujero no muy grande por al parte opuesta a la que se pega al árbol, por allí se le saca toda la tripa y se limpia muy bien. A la madera larga se le talla para que se redondeo un poco y a se le agudiza un extremo más que el otro. El extremo de madera debe caber perfectamente y sin que queden luces por el agujero que sirvió para sacar las tripas del totumo, por ese agujero se mete el extremo menos agudo y debe quedar perpendicular al eje del totumo, si no, no baila el trompo. Con la puntilla de clavar zapatos se asegura la madera por el extremo opuesto al agujero del totumo. En la región ecuatorial del totumo se le hacen agujeros equidistantes de medio centímetro de diámetro con el fin de que cuando el trompo gire, el aire entre por esos agujeros y lo haga zumbar.

Al otro pedazo de madera se le hace un agujero cuadrado no mayor que el totumo para que este no pase a través de él, pero que permita entrar el lado agudo del trompo mas el cordel enrollado para hacerlo bailar. En el grosor de la tabla se le practica un agujero para meter el cordel.

Luego, como quien prende una motobomba, este cordel se retira con fuerza y al desenrollarse hará que el trompo gire con fuerza, salte hacia arriba y caiga al piso girando y zumbando.

Decórese el totumo con rayas de colores y tendrá mejor efecto. Este era un juguete que tenía muchas ventajas: era ecológico, no costaba nada, no necesitaba pilas y si se dañaba siempre podías hacer uno nuevo.

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