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Mostrando entradas de abril, 2010

Lo unico constante es el cambio

Con esta frase mi profesor de Física comenzaba las clases, era un muy buen profesor, su apellido era Morales, por eso le decíamos Moralito. Lo que va corrido del dos mil diez me corroborado esa teoría, por algún motivo u otro ha estado lleno de cambios, quiera mi Padre Celestial que sean para mejorar, que todo sea para bien. Algunos cambiaran de casa en la misma ciudad, otros se irán a una ciudad diferente y esta familia, compuesta de varias familias se disgregará un poco: Lucía iniciará una vida nueva al lado de Julio y se irá a la casa de Julio, se alejará un poco del núcleo pero seguirá estando relativamente cerca. Leyla y Juancho, la comprobación mas grande del mandato bíblico a la mujer de seguir al marido donde éste vaya, retornarán a Sincelejo, nadie ha seguido mas a su marido que ella. El Gabo, esta pensando en quedarse en el mismo barrio en otra casa diferente a la de Carmen, el experimento de vivir tres familias, siete personas y tres perros,  en menos de 80 metros cuadrados

Nostalgia de algodonales...

En estos días de calores asesinos en los cuales me ha tocado salir a caminar, a mudar el pellejo bajo los ardientes soles, entre calles y callejones, los recuerdos vienen a mi a cubrirme de nostalgia. Hay recuerdos tristes que en sus inicios fueron desgarradores, recuerdos que a mas de treinta años de su acontecer se desdibujan en sus contornos y las caras de las personas que amamos en su momento y que a pesar de la ausencia seguimos amando, se pierden por el tiempo y tengo que hacer un esfuerzo para recordar como eran sus facciones. Quizás la cura del tiempo consiste en hacernos olvidar aquello que nos hiere, quizás para curar algo verdaderamente se necesiten cien años y a lo mejor no se cura si no que el alzheimer hace lo suyo. El recuerdo vive en las anécdotas que nunca se desdibujan y van dejando como herencia a las nuevas generaciones todas las actuaciones de esas personas que vida fueron unos personajes. Esto ocurre en cada reunión de la familia donde se recuerdan para ilustraci

Palabras en la cumbre...

Como patriarca de la familia, no por más sabio sino por más viejo, les doy la bendición para que tengan éxito en esta nueva etapa que inician, con la confianza y el corazón puestos en nuestro Señor Jesucristo, para que su Dios padre los guíe, de día con la columna de humo del trabajo fructífero y de noche con la columna de fuego de la sabiduría que ilumina y los lleve hasta la tierra en donde se cumplirán todas las promesas con la seguridad que al igual que a Job y a José todo les será restaurado y prosperado. Vayan con Dios y caminen por su senda de amor y de paz llevando el cariño que nosotros les profesamos en el alma como una impronta para que ambos, el amor de Dios y el nuestro les sirvan de apoyo en cada momento. Bendiciones. Digan: Amen.

La linea del tiempo...

Un día de estos que amanezca mas temprano dibujaré la linea del tiempo de la familia, señalando los eventos mas relevantes, no los mas importantes, si no aquellos que mas recordamos porque nos marcaron de una forma o de otra. Así pondré en gráficas el paso de todos nosotros por el tiempo y sus hechos mas relevantes. Hay cosas que, como dice Iván, con el afán de cada día se van olvidando, no por menos importantes si no por menos prioritarias. A lo mejor si vemos capas superpuestas de lo que hemos sido y somos y de los que fueron los que ya partieron, interioricemos las cosas y cesaran tantas cosas egoístas que a pesar del amor de la familia se siguen presentando absurdamente en hermanos criados juntos y con las mismas garantías. Sucesos que al pasar por los años nos parecerán pendejadas y ya no podremos hace nada por remediar las cosas. La unidad de la familia debe mantenerse a costa de todo, debe tenerse confianza en que no nos atacaremos entre nosotros con detrimentos de nuestras esti

El taquito de madera

o de como sostener la frente en alto. Cuando iniciábamos josefina y yo nuestra vida juntos y a puerta cerrada soñábamos con los hijos, carentes de muchas cosas menos de sueños y de calor familiar, mas de calor que de familiar, josefina se ganó diez mil pesos diseñando un periódico de Magangué. Esta plata alcanzó estrictamente para comprar un abanico Sanyo (el cual soplaba y soplaba) y un termo para el agua fría, cosas necesarias en todos los matrimonios que comienzan. Este abanico Sanyo terminó por agachar la cabeza de tanto soplar y soplar y para corregir esto, me conseguí un taquito de madera que le ponía a manera de traba para mantenerle la frente en alto. En cada viaje que el abanico hacía con nosotros, debíamos llevar el bendito taquito para que no se avergonzara y nos mirará con la cabeza gacha. Ese era el misterio del taquito, que vino a representar algo más profundo, la malicia de las soluciones simples y "mientras tanto" eternos que terminaban siendo parte integral

El sueño de Ivan: mapa del sitio

En una de esas noches en las que el sueño parece haber salido a dar una vuelta y haberme dejado sólo en frente del computador escribiendo para una pantalla, no me di cuenta en qué momento el embrujo incomparable del sol de la tierra donde nací como dice Ruben Blades, me llevó por la ruta del recuerdo y me sentó bajo el árbol solitario del pasado para que soñara. Y soñé. Soñé que me encontraba con un beisbolista que no llegaba a primera porque le pesaba el cu... un loco que prefirió la música a los bates o los strike y un día salió diciendo que se iba y se fue. Me topé también con una niñita de pelo largo con un garabato metido en la boca y a la que nunca vi sin un perro al lado, y la analogía no tiene doble sentido. Esa que ahora tengo la certeza de que sabrá enseñar a su hija la locura de ser Arrieta, con todo lo que esto significa. Pero seguí andando y había también un tipo vestido con un overol naranja que cruzaba abismos como Rambo y pintaba como un loco, y que tal vez por el sin