La constante del cambio

Cada vez que un cambio se da, algo se pierde y algo se gana, es una ley axiomática de la naturaleza, radical en todas sus leyes, o las cumplimos o las cumplimos.
La Sede como tal se muda, se cambia a un recinto mas pequeño y más alto, y pasa de de tener tres amplios pisos donde la pelaera se perdía no estorbaba a un solo piso. Se pierde espacio pero se gana en status, y debemos comportarnos según el nuevo estrato. Yo no podré ir embarcado en mis viejos bramas modelo 2000, esperando la delicia de cruzar algún arroyo a pie después de semejante aguacero y con la camisa desencajada para vergüenza de Cristina, debo aprender a hablar mas bajo y a reír mas bajo aun, acá las paredes tendrán oídos y los vecinos menos tolerancia. De todas maneras, siempre visitaremos a Ivonne y a Edgar donde estén, y este pequeño escrito es solo para desearles muchas bendiciones para que les vaya muy bien y que se consoliden sus planes de que la próxima mudada sea para casa propia, de esa que cuando se abre la puerta enseguida estamos en la calle.

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