Los discos

Mi Madre siempre me decía que si sucediera un terremoto el techo de mi casa no me mataría pues la mayor parte del tiempo estaba fuera de casa, unas veces por cosas del colegio, la mayoría, otras por parrandas y otras por el simple placer de sentarse en un parque a disfrutar de la vida. En la casa no había nada que realmente nos atara, poca televisión, mucha radio, lecturas, pero la calle era verdaderamente atrayente, sobre todo después de un fuerte aguacero. En Sincelejo exitian tres almacenes de discos: Discolombia, en la carrera  20 con calle 21 esquina, frente al Edificio Madrid, dos mas  por sobre la calle 21, entre carreras 20 y 19. En estos tres almacenes se nos pasaba la el día, eramos muy conocidos por los dueños, gente muy amable, y ellos sabían que buscabamos, probabamos y casi nunca comprabamos, pero de todas formas eran amables con nosotros. A lo mejor buscando entre discos viejos adquirí mis alergias al moho. Y que haciamos en esos almacenes? algo que ya las generaciones despues de nosotros no podrán hacer, buscar música en cajones, desordenarla, probarla, escucharla y no comprarla. No había internet, de youtube nada, nada de piratería, quiza una incipiente en los casettes pero eso no era la ruina de las disqueras. Vida simple, diversiones simples, problemas simples.

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