La prima...

Tengo una prima mayor que yo, no se cuantos años, pero ella me cargaba, no seria por cariño pues era bastante jodon, pero si por compromiso. De mi infancia al lado de ella solo recuerdo que le gustaban las vacas, verlas, tocarlas y yo a esos animales les tenia un pavoroso respeto pues sabia de lo que eran capaz. Mi abuelo me decia que si al atravesar un  potrero yo no las veo ellas no ven y si sucedia que me vieran y me atacaban pusiera los brazos en cruz y eso detendria el ataque al pensar ellas, segun mi abuello, que yo era un arbol. Atengase a eso y no corra, le replicaba yo, con mucha prudencia.
Volviendo a mi prima, en mi adolescencia fue mi confidente y mi alcahuete al ayudarme a conquistar a las morenas de mi requiebros, me enseñó piropos y me enseñó a hablarles. Me ayudaba en aquello de escogerles un regalo y hasta me las palabriaba. Ahi viene la que te gusta, entraba en veloz carrera, sal y dile: si asi son las columnas como será el sagrario, y vaya que me la conseguí y fue mi novia por dos dias, gracias que otra prima, le contó de mis andanzas con otra morena en otro pueblo cercano. Nunca le perdone eso, pero bueno, la dicha fue efimera. Conocí solamente las columnas, del sagrario nada. 
Intentó esa prima por todos los medios de enseñarme a fumar, y lo logró, aprendí a botar el humo por la nariz y por los oidos, pero esa vaina a mi no me gustó para nada. Mi prima era de izquierda, ahora ya la vida la centró, pero sigue siendo luchadora. Por ella supe del comunismo y otras virtudes, por ella supe de Lenin y de Mao, pero al igual que el cigarrillo, jamas me gustó esa vaina.
Se alejo de mi vida, o nos alejamos nostros de ella, pero siempre está en nuestras conversaciones y siempre la recordamos y cuando la visitó, son horas de charlas y de risas. 
Desde esta tribuna te doy las gracias por todo, prima.....

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