Sucesos

Hace un año ya que se graduó Cristi (6 de julio de 2018) de Contadora Pública, y desde ese día no me había acordado de este blog, a pesar de tantas cosas que han sucedido, una buenas y uns malas, aqui recordaré las buenas porque debido a un proceso automático mi cerebro oculta las cosas malas y debe ocurrir algo extraordinario que las traiga a flote de nuevo.

Edgar se muda de Camaguey para la Zona Norte el 7 de julio de 2018. Nació hace un año Samuel, el segundo hijo de Lucía (en esta familia tendemos a la familia del otro lado en cuestión de sobrinos) personita que revolucionó a la familia.

El 6 de octubre de 2018, le entregan el apartamento a Andres, en Neoalameda, nos mudamos el 13 del mismo mes, despues de haber vivido desde el 96 en la casa de las Gaviotas, la nuestra; y desde 1990 en dicho barrio. Cristi se va a San Andrés con la patota dela U por cuatro dias  del 2 al 6 de noviembre y Andre, el 20 de diciembre se va a Barelona, hace un periplo por Europa y regresa el 10 de enero.

En nuestra casa en las Gavitoas vivimos 22 años, entre cosas buenas y cosas amargas que nos hicieron anhelar un cambio en el modo de vivir. Nos mudamos y en 9 meses de estar en el apartamento, nos hemos adaptado maravillosamente, extrañando pocas cosas de las Gaviotas y dando gracias a Dios por las cosas buenas que hemos encontrado acá. Extraño de las Gaviotas la hamaca, quizás lo único que extraño. Nuevos amigos he encontrado acá,  nuevos vecinos y nuevas formas de comportarse y vivir. Tiene el apartamento un balcón del cual se observa la ciénaga de la Virgen en todo su esplendor, amaneceres y ocasos más impresionantes solo por el hecho de poder verlos, lluvias hermosas que las podemos ver desde este piso 19 en el cual estamos. Me gusta desayunar en el balcón, y cenar, "cuál si fuera un gran señor, sentarme con con mi mujer a platicar". Pero sobretodo, se acabó la angustia de la llegada todas las noches de los hijos a un callejón oscuro e inseguro, de un parqueadero a cielo abierto, estresante, angustiante.

Esta zona es más urbana, más comercial, ruidos más urbanos y con la avenida cerca nos arrullan los motores de los vehículos y las sirenas de las ambulancias que constantemente entran y salen al barrio hacia una clinica que queda como a un kilómetro. Como dije, ya estaos adaptados y manejamos el entorno bastante bien, ya, también, nos acostumbramos a ser copropietarios.


Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

La Radio. Vieja Compañera de mi infancia.

En un pueblo donde la luz eléctrica era por ratos y donde solo existían tres televisores en todo el pueblo, lo mas asequible y maravilloso para nosotros fue la radio. Un radio, como decía el comercial, “un radio informa, instruye, entretiene, por eso donde usted vaya, tenga un radio” . El primer radio que hubo en mi casa era Philips, era el amplificador de un tocadiscos que con el formaba pareja, fue comprado donde Guillermo Sermeño, en el Carmen de Bolívar, población que era el centro del comercio de la región pues era paso obligado hacia al rio, por Zambrano, y era el Magdalena la via por donde entraba el progreso y por donde salían nuestros productos hacia infinidad de destinos. Por eso en el Carmen convergían toda clase de personas y por eso los almacenes con las novedades estaban en el Carmen. Allí compró mi papa ese radio Philips, y era el único que sabia usarlo y el único con derecho a cambiar la emisora, que no eran muchas, en San Pedro, captábamos la señal de Ondas del Rio
Leer más

El Trompo Zumbador

Imagen
Este era uno de mi juguetes preferidos y el fabricante era mi padre, se necesita un totumo seco, de esos que ya le suena la semilla por dentro, un pedazo de madera un poco mas larga que el totumo, un cordel, una puntilla de clavar zapatos y una tabla como de un centímetro de espesor por 15 de largo y mas o menos de 5 a 8 centímetros de ancho. Herramientas: un martillo, un cincel y si no lo tiene el cuchillo de la cocina. Primero se coge al totumo y se le hace un agujero no muy grande por al parte opuesta a la que se pega al árbol, por allí se le saca toda la tripa y se limpia muy bien. A la madera larga se le talla para que se redondeo un poco y a se le agudiza un extremo más que el otro. El extremo de madera debe caber perfectamente y sin que queden luces por el agujero que sirvió para sacar las tripas del totumo, por ese agujero se mete el extremo menos agudo y debe quedar perpendicular al eje del totumo, si no, no baila el trompo. Con la puntilla de clavar zapatos se asegura la
Leer más

Tempestades, y otros fenomenos

"Respeten a la ira de Dios" - así nos regañaba la abuela cuando en medio de la tempestad con truenos y centellas no dejábamos el desorden o nos peleábamos, mas comunmente esto ultimo. Apenas iniciada la función de relámpagos y truenos, mi mama tapaba los espejos y prohibía andar a pies descalzos. Y si era de noche, prendía la lampara y buscaba los fósforos y las velas. En medio de la tempestad debíamos permanecer en un solo sitio callados y quietos y si era de noche, todos nos despertábamos y en veloz carrera nos cambiábamos a las camas de madera que según no transmitían la electricidad.  Mas por desorden que por miedo. En mi casa siempre hubo pensionados, costumbre que se acabo al mudarse mi mama a Cartagena, todos llegaban con su maleta, su cama de spring - de esas que se cierran con todo y colchon - su juego de sabanas, cartones para meter entre el colchón y la malla de alambre de la cama, colchón cuatro golpes, (se llamaban asi pues se le daban cuatro golpes, se ponía
Leer más