Un Pueblecito de Hierro

En un solar desocupado de mi barrio  se ha armado una pequeña ciudad de hierro que por lo pequeña es más bien un pueblecito de hierro. Tiene mas o menos ocho atracciones y  se nota que su subsistencia es precaria en un mundo donde hay tanta y barata diversión. Estas son atracciones de barrio o de pueblo. Buscan un lote desocupado, lo alquilan por unos días dependiendo como les vaya y la aceptación del publico. Representan a  los últimos nómadas de la tierra, hoy aquí y mañana allá en un eterno rosario de pueblos y de barrios, como extranjeros en todas las tierras.  Más listos que el hambre saben sabiamente como ponerle la trampa al peso y sacarle el jugo a cada moneda. Ya no hay pueblos como los de mediados del siglo pasado, ya todos los pueblos tienen Internet, tvcable, celular, sala de computadores y la mayoría ha estado en contacto con lo más avanzado de la tecnología. ¿Sentirán la emoción que yo sentía en mi infancia cuando una de estas atracciones llegaba a mi pueblo? Pueblo raso donde solo en tres casas había televisión y cuya programación se restringía al rango de cuatro de la tarde a once de la noche y en blanco y negro. Nuestra diversión era la radio. Cuando llegaba el circo o la ciudad de hierro o simplemente las "Sillas Voladoras", la emoción era barbara. el solo hecho de ver ya era una aventura. Era la oportunidad de comer crispetas,  de sal o de un dulce rojo que se pegaba en los dientes. Era comer las mazanas almibaradas y el algodón de azúcar. Era hacer todos los deberes y unos cuantos más para evadir el chantaje de no dejarnos ir hasta no acabar las tareas. Pero lo más atrayente eran las complacencias al aire. El señor de la iniciales MK felicita a la señorita de la iniciales LS y le dedica el disco "Voy a perder la cabeza por tu amor".  Ah que tiempos aquellos tan llenos de inocencia....

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