Tremendo susto...
Un familiar de este carrito, al cual no conozco pero debe ser muy similar al de la imagen fue un actor pasivo del susto del susto que nos llevamos no se que día pues esa fechas yo no las guardo en ninguna parte. Estaba yo sentado frente a mi televisor de 20 pulgadas ILG, disfrutando de un película clásica en blanco y negro con Germán Valdez, (El Ceniciento), cuando suena mi teléfono Nokia C1 y es mi cuñada para decirme que mi hermano estaba involucrado en no se que accidente con un carrito no se como y tenía una herida en la cabeza la cual lo hizo desmayar y lo llevaron en ambulancia a la clínica. Yo en ese momento sentí un amojonamiento, es decir me sentía dos bolitas en el estomago y no atinaba a saber si era que se me habían bajado las amígdalas o se me habían subido las ya tu sabes. Del almuerzo no me acuerdo, solo se que de la noticia solo se me quedaron el la cabeza algunas palabras sueltas sin cohesión ni coherencia: accidente, carro, herida, cabeza, desmayo, ambulancia y clínica. Salgo yo disparado para la clínica, y se me repetían en desorden esa palabras en mi mente, algunas veces clínica y ambulancia y otras cabeza y herida y otras desmayo y patatús. Con esa presión en la cabeza llamo a mi hermana y esta se vuela para la clínica, pero cuando llegué a la esquina quiso Dios que me encontrará un amigo que maneja un taxi y muy amablemente me llevó hasta el sanatorio. Le gané a mi hermana, llegué de primero pero no me dejaron entrar cuando ella llegó por su experiencia la dejaron entrar y luego entre yo, ya más calmado pues en boletines subsiguientes me aclararon las cosas. Gracias a Dios la cosa no pasó a mayores y pudimos reírnos del suceso, gracias a Dios las cosas que nos han sucedido han sido después profanadas con un buen chiste, y gracias a Dios del accidente solo quedó una pequeña herida que exigió cuatro puntos de sutura con hilo negro. Pero carajo, me deben un almuerzo...
Te amo hermano...perdona el susto, y te debo un almuerzo.
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