Tabaco y Ron
Nostalgia verdadera.
Escuché después de muchos años nuevamente esta canción y en las alas del tiempo y del pensamiento regresé a la primera vez que la escuche y el entorno en el cual yo me movía. Era un adolescente un tanto indisciplinado, un tanto farrista y muy sociable, como tal, muchos fueron mis amigos y muchas mas mis amigas. Algunos de ellos se donde están aunque lejos, otros no se donde están ni cerca ni lejos, otros perdidos por ahí en quien sabe que pueblo y en que idioma. Este recuerdo traído por esta canción, me hizo ver que solo dos amigas quedaron metidas en mi corazón, que sin darme cuenta las he andado cargando a través de todos estos años y también sin darme cuenta, he deseado volverlas a ver. Sentí en mi corazón la ternura con que me trataron, la amistad incondicional que me brindaron y el cariño que me tuvieron, sentí de nuevo sus abrazos y besos cuando yo llegaba de Barranquilla o abrazos y besos sin motivo alguno que me daban, solo por que me tenían cariño. Alegres, divertidas y solidarias siempre estaban para las que fueran. Los mismo te acompañaban a cine, a un paseo de varios días y lo mismo prestaban su apoyo a aquellos que en medio de una fiesta se deprimían y necesitaba un hombro para llorar, ese hombro casi siempre era el de una de ellas. Fuertes y sinceras nunca perdían la vitalidad, cariñosas y comprensibles siempre entendían la situación. Ellas fueron nuestras compañeras y fueron el alma de aquel grupo que diciembre tras diciembre armaba un árbol de navidad en la Glorieta del Barrio La Palma de Sincelejo, para amanecer a su alrededor entres risas y cantos a capella pues nadie del grupo tocaba en ese entonces algún instrumento. Por eso, estén donde estén mi recuerdo esta con ellas y ahora aunque tarde, les doy las gracias por todo lo que viví con ellas en esos días locos de la adolescencia, gracias Tica y Nancy, donde sea que andén, que mi Dios las tenga con bien y que algún día me conceda la alegría de volverlas a ver.....
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