Recta final
Parece ser que este viernes 29 se entregará La Casa a su nuevo dueño, terminando así la historia de nosotros, Arrieta López, en La Casa. Sirve de consuelo que la compró alguien que la amará como la amamos nosotros y que será pilar de sus sueños como lo fue de los nuestros cuando la Abuela se mudó para ella desde Sincelejo embargando de felicidad a todos los que ya estábamos acá en Cartagena por alguna razón u otra. Compacto a la familia alrededor de ella dejando atrás los sinsabores y heridas afligidas inclusive por nuestra propia sangre en aquellos lejanos días en que los dioses extraños imperaban. Todo cambio con la compra de la Casa y el traslado de la Abuela a esta ciudad que no era su ciudad y que yo pensé que el poder de adaptación que la vieja tenía no le iba a alcanzar para adaptarse a esta ciudad ruidosa y extraña. Pero no fue así, la abuela se adaptó tanto que el ruido ya no le hacía mella y adoptó a un loco, para no extrañar al que dejaba huérfano y a la deriva en...